El Gobierno prevé un gasto en pensiones del 14% del PIB entre 2022 y 2050, con un récord del 14,9% en 2046

– Las medidas de la última reforma de pensiones aportarán ingresos progresivamente al sistema que llegarán al 1,7% en 2050

MADRID, 28 (SERVIMEDIA)

El Gobierno prevé que el gasto público en pensiones en España será del 14% del Producto Interior Bruto (PIB) en promedio en el período 2022—2050, alcanzándose el pico máximo en 2046, cuando esta partida supondrá el 14,9% del PIB.

Así lo refleja el Programa de Estabilidad 2023-2050 que el Gobierno de España remitió este viernes a la Comisión Europea y en el que explica que la evolución de determinadas partidas del gasto público «se verá condicionada a largo plazo por el envejecimiento de la población».

En el texto, el Ejecutivo subraya las reformas que se han acometido en el sistema de pensiones, tanto en una primera fase en 2021, cuando el eje fue la garantía del poder adquisitivo y las acciones para incentivar el alargamiento de la vida laboral, como la segunda, con la reforma del sistema de cotizaciones de autónomos y las medidas para reforzar la estructura de ingresos.

«Las proyecciones de gasto ligado al envejecimiento contemplan ya de manera plena la reforma del sistema de pensiones, que ha incorporado medidas orientadas a garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas, a incentivar una salida tardía del mercado y a reforzar la sostenibilidad financiera del sistema», ahonda el Programa de Estabilidad.

El gasto en pensiones es el principal componente del gasto ligado al envejecimiento y representa cerca del 60% del mismo. Por consiguiente, la proyección del gasto en pensiones es el mayor condicionante de la evolución del gasto total ligado al envejecimiento.

Quizás también te interese:  El PSOE no descarta nuevas medidas sobre los precios pero exige a UP que sean "viables"

El gasto público total asociado al envejecimiento de la población se situaría en el 26,1% del PIB en el año 2050. Incorporando la proyección del gasto en pensiones tras la aprobación de los dos bloques de medidas, así como las proyecciones de gasto en sanidad, dependencia y educación, se observa que debido al envejecimiento de la población el gasto total asociado al envejecimiento aumentará 3 puntos de PIB en el período 2022-2050.

El gasto en sanidad y en cuidados de larga duración aumentarán, de manera conjunta, 1,8 puntos de PIB. El gasto en pensiones aumentará en 1,7 puntos de PIB. Finalmente, el gasto en educación experimentará una contracción de 0,4 puntos de PIB debido, fundamentalmente, al menor número de jóvenes proyectado para las próximas décadas como consecuencia de las bajas tasas de natalidad en España.

En este sentido, y debido al progresivo envejecimiento poblacional, el gasto público en pensiones en porcentaje del PIB aumentará progresivamente hasta alcanzar en el año 2046 el 14,9% del PIB. A partir de ese año, las dinámicas demográficas asociadas a la superación de las tensiones asociadas a la predominancia de la generación del ‘baby-boom’ entre la población jubilada hacen que el gasto en pensiones sobre el PIB inicie una senda marcadamente descendente, que se mantiene en las décadas siguientes, según las previsiones del Gobierno.

INCENTIVOS

Por otra parte, prevé que el sistema nuevo de incentivos para la prolongación de la vida laboral logrará que la edad de jubilación efectiva aumente entre uno y dos años. Además, el Gobierno pone en valor la buena marcha del mercado laboral y resalta el aumento que se está produciendo en los ingresos por cotizaciones sociales.

Quizás también te interese:  Los mejores consejos para el adulto mayor

Al hilo, el Programa de Estabilidad recoge que las transferencias sociales (tanto en efectivo como en especie) mantendrán un peso estable en el PIB a lo largo del período de proyección, dado que el crecimiento de este gasto, impulsado principalmente por la revalorización de las pensiones con la evolución del IPC, se ve compensado con un fuerte crecimiento del PIB nominal.

En 2023, el gasto en prestaciones en efectivo registrará un aumento del 9,1 por ciento, que refleja el aumento de las pensiones de jubilación, viudedad e incapacidad. Dicho aumento de pensiones queda compensado parcialmente por una reducción del gasto en prestaciones por desempleo de la mano de la mejora del mercado laboral.

En los años siguientes, el Gobierno estima que el crecimiento del gasto en prestaciones en efectivo se reducirá, debido a una revalorización de pensiones más moderadas, en línea con las previsiones de inflación el cuadro macroeconómico.