MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
El primer Pleno del Congreso en el que los diputados pudieron hacer uso del catalán, el vasco y el gallego además del castellano discurrió con cierta normalidad, salvo el desdén al uso de los pinganillos por parte de Partido Popular y Vox.
Los proponentes de esta iniciativa, de reformar el Reglamento del Congreso para poder usar estas lenguas, respiraron «aliviados» y satisfechos de cómo había transcurrido la sesión parlamentaria. Ensalzaban que lo visto en el Hemiciclo, esta vez más aun, era «la España real» porque se impuso «la normalidad».
Reconocen en las filas socialistas que tenían cierto «nerviosismo» sobre cómo podía salir la puesta en práctica del uso de las lenguas cooficiales, pero al terminar el Pleno celebraban que había salida todo «bien». «No hubo problema técnico», destacan algunas fuentes.
Entre los escaños de miembros del Gobierno en funciones admiten que no usaron el pinganillo, pese a desconocer la lengua en la que intervenía el orador, porque decían que con la traducción se perdía cierta autenticidad del mensaje. Optaron por seguir la intervención en las pantallas donde salía por escrito la transcripción, mismo sistema que emplearon otros diputados, aunque alguno lamentó que la letra era pequeña.
Se pudo ver a bastantes parlamentarios prescindiendo de los pinganillos, entre ellos los de la bancada del PP, aunque en la formación que preside Alberto Núñez Feijoó buscaban un «gesto político» de rechazo. El PP no usó pinganillos y «en principio» no tiene intención de hacerlo, afirmaban fuentes populares.
Por su parte, Vox escenificó su rechazo al uso de lenguas cooficiales en el Congreso justo al inicio del debate de la reforma del reglamento. Cuando el diputado del PSOE José Ramón Besteiro fue el primero en emplear el gallego en la tribuna, los de Abascal trataron de tomar la palabra, pero ante la negativa de la presidenta del Congreso, abandonaron el Hemiciclo.
En señal de protesta, depositaron los pinganillos facilitados a los diputados para seguir el debate en el escaño vacío del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. De hecho, ya dejó claro que no los iba a utilizar en los próximos plenos.
Los diputados de Vox optaron por volver al Hemiciclo para escuchar la intervención del diputado del PP Borja Sémper, pero se marcharon de nuevo después de que este también empleara el euskera en su intervención.
Con este «numerito» de Vox ya contaban en la Cámara muchos diputados lo que no impidió unas risas generalizadas cuando, al volver para escuchar a Semper, tuvieron que salir de nuevo porque el popular intercaló la intervención en castellano con menciones en vasco.
El comportamiento del parlamentario popular, que ayer rechazó el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara Baja para no «hacer el canelo», causó todo tipo de reacciones. Desde ERC, Gabriel Rugián le reprochó la incoherencia de decir eso y luego decir algunas palabras en euskera, mientras que el diputado del PNV Joseba Agirretxea definió su comportamiento como una «patochada». Al terminar su intervención, hubo ovación de su bancada, pero no todos sus compañeros aplaudieron.
En este Pleno ya se puso en marcha la reforma de Reglamento que será aprobada definitivamente este jueves y que permitirá oficialmente el uso de las lenguas cooficiales porque los diputados tendrán «el derecho de usar en todos los ámbitos de la actividad parlamentaria, incluidas las intervenciones orales y la presentación de escritos, cualquiera de las lenguas que tengan carácter de oficial en alguna comunidad autónoma, de acuerdo con la Constitución y el correspondiente estatuto de autonomía» .