Seis de cada diez consumidores valora solo el precio al comprar los juguetes y apenas un 18% mira el etiquetado

-Según un estudio de la Asociación Española de Consumidores

MADRID, 19 (SERVIMEDIA)

Un 64% de los consumidores españoles se fija únicamente en el precio a la hora de comprar juguetes y apenas un 18% tiene en cuenta el etiquetado.

Así se desprende de una encuesta realizada por la Asociación Española de Consumidores (Asescon) sobre la compra de estos productos para «advertir» de que un juguete puede entrañar «peligro» para los menores y «medir el grado de formación e información» de los usuarios en este ámbito, según precisó la organización este lunes en un comunicado.

Tras puntualizar que un 69% de encuestados ha tenido «especial cuidado» con las advertencias e indicaciones de las precauciones de uso o manejo de los juguetes, la entidad subrayó que solo el 27% se fija en la edad, finalidad y seguridad de los mismos.

A este respecto, mostró «cierta preocupación» por el hecho de que los españoles adquieran artículos que no cumplan las condiciones en cuanto a seguridad y etiquetado «dejados llevar por un precio económico como consecuencia de la crisis».

A juicio de su presidente, Miguel A. Ruiz, el precio debe ser un «factor determinante», pero «siempre y cuando la calidad del juguete sea la óptima para ser comercializado en España». «Lo contrario podría conllevar un importante peligro para la seguridad de los niños que utilicen estos juguetes», sentenció.

Además, solo el 10% de encuestados se informa del servicio postventa o la garantía del producto que acaba de adquirir y hasta el 21% se ha dejado «influenciar» por las preferencias de los pequeños al comprar los juguetes, que se adquieren principalmente coincidiendo con Navidad (78%) o para los cumpleaños (16%).

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A la luz de estos datos, la organización recordó que las etiquetas y envases de los juguetes, así como las instrucciones que les acompañan deben «alertar, de forma eficaz y completa» a los padres acerca de los «riesgos» que puede entrañar su uso y de la forma de «evitarlos».

«En caso necesario, también se puntualizará la necesidad de que se use bajo la vigilancia de un adulto», abundó, para urgir a actuar como consumidores «conscientes y críticos» y a llevar a cabo un análisis de los anuncios de los juguetes para comprobar la «veracidad o no» de los mensajes publicitarios, así como a «respetar» los gustos personales de cada niño.

Asimismo, recomendó guardar el ticket de compra para poder reclamar en el supuesto de que el producto adquirido «no sea apto» para los usos a los que está destinado o no cumpla con los requisitos de calidad que la normativa le impone.