La nueva moda para el mobiliario urbano: kilómetro cero

Pensar en el medioambiente y en la apuesta por la economía local es la meta que toda región busca cuando se trata del suministro de sus necesidades.

Durante años se ha visto cómo esto no era seguido por muchos consistorios. Maderas llegadas del norte de Europa – aunque a veces más baratas – y también fabricadas lejos de las fronteras fueron elegidas, durante muchos años, por los ayuntamientos españoles para la renovación de su mobiliario urbano.

Sin embargo, esta tendencia está cambiando y, sobre todo, se nota por las regiones más al norte de España. Comunidades Autónomas como el País Vasco o Cataluña llevan años apostando por lo que se ha llamado la «madera kilómetro 0» o lo que es lo mismo, madera local, de los bosques colindantes y trabajada, además, en la zona.

¿Qué beneficios tiene esta nueva política? Sin duda, una mejora medioambiental ya que ayuda a que la madera excedente de algunos enclaves tenga uso y no quede perdida. Así, además, se renueva la naturaleza y se prioriza el mantenimiento de los espacios verdes, a veces tan descuidados.

Pero también una mejora económica en los sectores de la zona, ya que la gestión de la madera, el corto transporte y la fabricación del mobiliario se acaba realizando dentro de las fronteras e incluso en la región concreta que hace su pedido.

Esta nueva forma de entender la política de responsabilidad social corporativa es básica para amortizar las inversiones y revertirlas también en la población que la disfruta.

Vigo, el último en sumarse

Nuevos bancos urbanos en zonas de parques, aceras y zonas peatonales de la ciudad serán la principal actuación, cuyo valor de licitación asciende a 165.000 euros.

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La instalación del nuevo mobiliario se realizará este final de año y también a lo largo del próximo año 2018 con el objetivo de mejorar la accesibilidad, minimizar la afección del patrimonio y mejorar la calidad del paisaje urbano.

Los bancos, encargados a Novatilu, quien se hizo con el proyecto tras acudir a su concurso, tienen un diseño en el que se ha priorizado de manera especial el respeto por el medio ambiente con una fabricación de km0 y materiales de primera calidad.

Los bancos, de madera tropical, llevan una protección fungicida, insecticida e hidrófuga que hacen que aumente su durabilidad.