Cuando electricidad y medios húmedos o acuáticos se mezclan, el peligro es algo mucho más que real. En cualquier obra, la seguridad de personas y equipos es imprescindible y, ahí, es donde juega un papel imprescindible la figura del transformador de seguridad.
Una de las últimas aplicaciones de este estilo de producto viene de la mano de iniciativas renovables.
El auge de las plantas de energía renovable trae consigo proyectos que necesitan no solo espacio sino también alta seguridad. Con los transformadores se garantiza no solo la estanqueidad, sino también la protección contra ambientes corrosivos o con niveles altos de vibración, lo que los hace perfecto para cuando están a la interperie.
Las características de este tipo de productos, adaptados, no solo alarga su vida útil sino que garantiza la seguridad de equipos y el correcto funcionamiento que sea necesario.
La seguridad en las plantas fotovoltaicas
Más allá de contar con profesionales y especialistas en la instalación de este estilo de placas, es necesario, sobre todo, apostar por la calidad y seguridad de los materiales.
Con la nueva normativa que permite el autoconsumo, cada vez son más las instalaciones para particulares que se llevan a cabo. Contar con un plan de instalación diseñado por profesionales que, además, apuesten por materiales como los transformadores adecuados que garanticen la seguridad y buen uso de la instalación.
Uno de los puntos más específicos tiene que ver con la seguridad frente a sobretensiones, cortocircuitos y sobrecargas, algo que puede paliarse en la medida de lo posible apostando por transformadores que, junto con descargadores de tensión y fusibles magnetotémicos hacen de retén a cualquier alteración.
Este estilo de instalaciones lleva un 2019 de crecimiento imparable, algo que sigue la senda del crecimiento de 2018 en la que creció aproximadamente un 80% hasta llegar a 1.153 instalaciones según fuentes oficiales.
Durante este año, las instalacioness están llamadas a seguir creciendo, incrementando incluso las potencias de las mismas, algo que hace que el sector eléctrico busque evitar incidentes que acaben opacando el buen momento de un sector que, durante años, ha estado luchando por innovar para salir adelante.