La filofobia o traducido popularmente el miedo a enamorarse. Los individuos con filofobia sufren de estrés y angustia por la eventualidad de una relación afectiva. La filofobia es otro paradigma de un fenómeno muy indagador, donde llega el espejismo humano y nuestra cabida de pensar en concepciones complejas, logra existir una fobia determinada basada en representaciones abstractas.
El significado de la expresión filofobia es el temor intenso y absurdo de enamorarse. Las personas que sufren esta enfermedad tienen miedo al amor romántico o crean vínculos apasionados de cualquier tipo. Las estadísticas insinúan que alrededor de 28.000 personas logran sufrir este tipo de fobia en los Estados Unidos. Frecuentemente, las personas que soportan este tipo de miedo evitan de tener largas pláticas con otros por temor a enamorarse.
Logra ser un trastorno soberanamente incapacitante. Los individuos que sufren este trastorno tienden a vivir sus vidas en aislamiento. Frecuentemente esta fobia posee raíces culturales o devotas. Es más usual entre las etnias donde los casamientos se componen entre dos familias diferentes.
Es más habitual en mujeres que en hombres. Uno de los actores populares de la historia con filofobia fue la espectacular reina Isabel I de Inglaterra. Es uno de los argumentos que se ejemplifican en los libros que se relacionan este tema. Los analistas opinan que su enfermedad lograría haber surgido debido al suceso de que había visto a su madre, Anne Boleyn, sacrificada por enamorarse de su primo. El hecho de que su oportuno padre fuera el principal responsable de la ejecución lograría haberlo llevado a opinar que todas las relaciones románticas tienen un final fatal.
La naturaleza, la importancia y los principios de la filobia se transforman de un caso a otro, y en ocasiones es un efectivo misterio percibir por qué la persona impresionada sufre este disturbio mental.
La filofobia se cataloga dentro del conjunto de enfermedades mentales acreditadas como trastornos de la ansiedad. En lo habitual, las personas filofóbicas obvian mirar películas románticas o retirarse de ciertos sitios donde las parejas habitualmente se reúnen. Evitan asistir a una boda ya que puede ser una tortura para las personas que sobrellevan este trastorno.