– Según un estudio realizado a casi 5.900 menores en Estados Unidos
MADRID, 31 (SERVIMEDIA)
Los bebés ‘hablan’ más que las bebés durante el primer año de vida, lo que contradice la creencia común y arraigada de que ellas tienen una ventaja sobre ellos en relación al lenguaje.
Esa es la conclusión principal de un estudio llevado a cabo por nueve investigadores de Estados Unidos a partir de más de 450.000 horas de grabaciones con un dispositivo del tamaño de un iPod realizadas a 5.899 bebés de ese país.
Los bebés emiten chillidos, sonidos parecidos a vocales, gruñidos y sonidos breves similares a palabras como ‘ba’ o ‘aga’. Esos precursores del habla o protófonos se reemplazan más tarde con palabras tempranas y, eventualmente, frases y oraciones completas. Algunos menores son naturalmente más ‘habladores’ que otros, pero existen diferencias entre varones y hembras.
El nuevo trabajo, publicado este miércoles en la revista ‘iScience’, confirma hallazgos anteriores de un estudio mucho pequeño realizado por el mismo equipo de investigadores.
«Se cree ampliamente que las mujeres tienen una ventaja pequeña pero perceptible sobre los hombres en el lenguaje», indica Kimbrough Oller, de la Universidad de Memphis (Estados Unidos), quien añade: «Pero en el primer año, los varones han demostrado producir más vocalizaciones parecidas al habla que las hembras».
Sin embargo, la aparente ventaja temprana de los bebés varones en el desarrollo del lenguaje no dura. «Mientras que los niños mostraron tasas más altas de vocalización en el primer año, las niñas alcanzaron y superaron a los niños al final del segundo año», apostilla Oller.
Los investigadores analizaron más de 450.000 horas de grabaciones durante todo el día a 5.899 bebés durante los dos primeros años de vida. «Esta es la muestra más grande para cualquier estudio realizado sobre el desarrollo del lenguaje, hasta donde sabemos», indica Oller.
En general, los datos mostraron que los bebés varones emitieron un 10% más declaraciones durante el primer año en comparación con las niñas. En el segundo año, la diferencia cambió y las niñas emitieron alrededor de un 7% más de sonidos que los niños.
