– Mañana abrirá su centro de recepción de Alicante y el viernes, el de Barcelona
– Planea desarrollar un programa de Acogimiento familiar
MADRID, 15 (SERVIMEDIA)
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones dispondrá de alrededor de 5.000 plazas hoteleras en Madrid, Alicante y Barcelona para proporcionar «una acogida de emergencia» a los refugiados que lleguen de Ucrania si fuese necesario, según los datos que este martes expuso el ministro, José Luis Escrivá, en la presentación del Plan de Acogida coordinado por su departamento.
Bautizado ‘España Urgente’, el plan se apoya en la apertura de cuatro Centros de Recepción, Atención y de Derivación (Cread) que se habilitarán en Madrid, Alicante, Barcelona y Málaga.
También prevé desarrollar un programa de acogimiento familiar y, según las estimaciones del Ministerio, la capacidad de la red de acogida de larga estancia se ha ampliado en 21.000 plazas. Escrivá quiso dar «las gracias» por «su solidaridad y colaboración» a las comunidades autónomas, ayuntamientos, Tercer Sector y sociedad civil.
Destacó que el primero de estos centros funciona desde el viernes pasado en Pozuelo de Alarcón (Madrid), «concretamente, en el Centro de Formación de la Seguridad Social». Esta sede cuenta con casi 400 camas para albergar a quienes necesiten una primera acogida «mientras se tramita su documentación», explicó Escrivá, «pero además disponemos de una oferta de 1.000 plazas hoteleras por si fuese necesario». En el centro trabajan funcionarios de los ministerios de Inclusión y del Interior, apoyados por personal de Accem.
En la rueda de prensa, Escrivá manifestó que mañana miércoles se abrirá «previsiblemente» otro centro en la Ciudad de la Luz, en Alicante, provincia en la que contempla habilitar unas 2.000 plazas hoteleras. «Además, con el apoyo de la Generalitat Valenciana, que nos cede las instalaciones, esperamos disponer de más de 200 plazas de campamento en el mismo centro», recalcó.
El viernes es el día previsto para la apertura del Cread de Barcelona, situado en el pabellón número siete de la Fira municipal de la ciudad, donde el Ministerio cuenta con otras 2.000 plazas hoteleras, que «estarían a disposición» de los refugiados que las necesiten.
Escrivá agradeció en este caso la cesión del espacio por parte del Ayuntamiento de Barcelona y la colaboración de Cruz Roja, que colaborará con el Gobierno en los Creade de Alicante y de la Ciudad Condal.
El último centro que Inclusión prevé abrir se situará en la ciudad de Málaga, donde «se están estudiando distintas posibilidades», y contará con el apoyo de CEAR.
Según el ministro, los cuatro se ubican en zonas donde existe una importante comunidad ucraniana ya asentada, «y cerca también de grandes aeropuertos internacionales».
DOCUMENTACIÓN Y DERIVACIÓN
Según Escrivá, en estos centros se tramitará de forma exprés la documentación de las personas que lleguen de Ucrania que, «gracias a la Directiva de Protección Temporal» -aprobada en 2001 con motivo de la guerra de Kosovo pero nunca aplicada hasta ahora-, podrán obtener protección internacional y disfrutar de permiso de residencia y trabajo durante un año, prorrogable hasta tres.
Subrayó que «España ha sido uno de los países europeos más rápidos en trasponer esta Directiva y también uno de los que la ha adoptado con mayor extensión, ya que hemos ampliado el ámbito de aplicación subjetiva a colectivos que consideramos que también deben ser protegidos», como ciudadanos de terceros países residentes en Ucrania o ucranianos que vivían en España.
Gracias además a una orden ministerial conjunta entre Inclusión e Interior, «se ha habilitado un procedimiento muy simplificado y ágil para tramitar toda su documentación», que puede resolverse en 24 horas, apuntó. También tendrán derecho al disfrute de todos los servicios sociales, así como a las ayudas previstas para las personas beneficiarias de protección internacional, como alojamiento y manutención, apoyo psicológico, asesoramiento jurídico, enseñanza de idiomas, activación para el empleo, etc. Interior ha dispuesto asimismo el reconocimiento automático de sus permisos de conducir.
Por otro lado, en estos centros se realizarán «entrevistas en profundidad dirigidas a conocer las características, requerimientos y necesidades de las personas que llegan», a fin de poder «casar sus particularidades con los recursos de acogida a largo plazo» pertenecientes a la red estatal del Sistema Nacional de Acogida, a las plazas ofrecidas por los ayuntamientos y comunidades autónomas y a las que aportan las ONG. En total, el sistema ha ampliado su capacidad en 21.000 plazas, aseguró.
Escrivá se refirió a la «importancia de acertar en este proceso de casar recursos y necesidades, a fin de ser todo lo eficaces que podamos en el proceso de derivación». «Es un trabajo que tiene que ser muy fino y que aún estamos ultimando», indicó el ministro.
Por supuesto, aquellas personas que precisen «una primera acogida hasta el momento de la derivación «, dispondrán de plazas en los Creade o en los hoteles dispuestos al efecto, agregó.
LLEGADAS
Hasta el momento, la mayoría de los ucranianos o ciudadanos de terceros países llegados a España desde Ucrania «lo han hecho de manera espontánea» y cuentan con redes familiares o conocidos que los alojan, apuntó Escrivá. Este es también el motivo por el que no se disponen de datos exactos sobre su número oficial.
Resaltó que ya antes de la guerra los ciudadanos de Ucrania podían viajar libremente por la UE durante tres meses. Por ello, consideró que «los únicos datos más o menos fiables los tienen los países en primera línea, que sí registran a quienes entran por sus fronteras».
El ministro sí quiso hacer un llamamiento para que todas las personas que lleguen de Ucrania acudan a estos centros de recepción, «gestionen su documentación y conozcan sus derechos». «Es muy importante que dispongan de documentación para poder acceder a las ayudas previstas en el sistema y también para evitar abusos y riesgos», » declaró.
Aunque Interior ha habilitado unas cuantas comisarías para realizar los trámites, Escrivá recomendó acudir a los centros de recepción, a fin de que no se produzcan «colapsos». También insistió en la conveniencia de pedir cita previa a través del teléfono de información habilitado junto a la Embajada de Ucrania en España, «para evitar colas» y recibir toda la información.
Preguntado por la prensa, Escrivá aseguró «comprender la solidaridad y el deseo de ayudar» de las iniciativas espontáneas para traer ucranianos a España, aunque recomendó «utilizar los cauces oficiales».
MENORES
Aseguró también que se pondrá en marcha un programa de acogimiento familiar para los menores que lleguen no acompañados, a partir de experiencias previas como la que desde hace años lleva a cabo Fundación «La Caixa». Esta iniciativa está aún por desarrollar, admitió, pero su objetivo «es proteger los derechos de estos menores y verificar que las familias (de acogida) los conocen y pueden garantizarlos». Hasta la fecha, la inmensa mayoría de los niños que han llegado a España lo han hecho junto a sus familiares.
Explicó que el Gobierno organizó un vuelo para trasladar a Madrid a varios niños enfermos de cáncer que necesitaban atención médica y que se prevé que hoy llegue al aeropuerto de Oviedo un grupo de menores «procedentes de un orfanato próximo a la zona de guerra», de los que se ocupará el Principado de Asturias. Un segundo grupo de menores enfermos llegará a Barcelona a finales de semana, informó Escrivá.
Asimismo, avanzó que el Gobierno se ha ofrecido a acoger refugiados ucranianos llegados a Moldavia, «que es un país muy pequeño, pegado a la zona de guerra y que, ahora mismo, soporta una importante crisis humanitaria». La Unión europea está coordinando dichos traslados, apuntó, «y nos hemos ofrecido».
El ministro se mostró convencido de que este plan será «lo suficientemente flexible como para adaptarse a las fluctuaciones» que puedan surgir con el desarrollo de la guerra y que «demostrará la solidaridad y la capacidad de acogida de España», como ya sucedió con las personas evacuadas de Afganistán en verano.
Admitió que supondrá una inversión de fondos extra, pero informó de que la Comisión Europea está dispuesta a permitir que fondos de cohesión y otras partidas no utilizadas se destinen a sufragar estas acciones de emergencia.
Según Escrivá, así lo trasladaron ayer en Bruselas, que quiere aprobar un reglamento para «flexibilizar este empleo de fondos» y «permitir que financien la ayuda de emergencia y también los programas de integración a largo plazo» para refugiados ucranianos.
