En el envoltorio está la clave

¿Cuántos artículos y cuántas veces hemos escuchado eso de que no se puede comprar en cualquier sitio según qué cosas porque pueden ser meras o burdas imitaciones que luego salen muy muy caras?

Pero ya cuando hablamos de medicamentos, la cosa cambia y se complica aún más ya que la salud depende de que estén en buen estado y sean lo que deben ser.

Para ello, nada como saber que se compra en sitios autorizados, que siguen a rajatabla toda la legislación y controles de calidad necesarios antes de poner en el estante de las farmacias tanto online como a pie de calle los fármacos.

Pero siempre hay sitios donde la picardía sigue presente. PAra evitar que nos den una imitación en algo tan delicado como los medicamentos, debemos fijarnos, en primer lugar, en el diseño del packaging farmaceutico.

Aunque parezca algo obvio, las imitaciones cada vez están mejor hechas, sin embargo los laboratorios autorizados deben seguir una serie de directrices y normas que responden al Real Decreto 1345/2007 por el que todas las medicinas de uso humano deben cumplir con la directiva europea de legibilidad en el etiquetado y el packaging farmacéutico.

Entre algunas de las características más llamativas, está la legibilidad. Todos los medicamentos deben llevar de forma visible y legible, pero también de forma comprensible. Es decir, pasado un tiempo, quien lea el prospecto debe entender de manera clara para qué se utiliza y cuál es la forma de toma.

Siempre, obviamente, teniendo en cuenta que para la ingesta de las medicinas deben seguirse las prescripciones médicas.

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Otra característica debe ser la apertura, con cierre de seguridad en caso de medicinas infantiles y con apertura fácil para medicinas que suelen ser recetadas a personas mayores o con dificultad de movilidad.

Es decir, no cualquier packaging vale en una farmacia y menos aún en un mercado en el que cada vez compiten más laboratorios con fórmulas similiares y las imitaciones de algunos desalmados llegan al mercado por puertas que pueden poner en riesgo la salud de algunos incautos.

De hecho, hay que estar atentos para ver cómo somos nosotros los primeros que abrimos un envase, que está realizado en una única pieza y que sigue todas las directrices y controles de seguridad y control.