Es una de las variantes más populares de la pizza en Italia, ha conquistado paladares en todo el mundo gracias a su versatilidad, su sabor inconfundible y su formato práctico. Originaria de Roma, se caracteriza por venderse al corte, permitiendo que los clientes elijan el tamaño de la porción según su apetito. A diferencia de la redonda tradicional, ésta se hornea en grandes bandejas rectangulares y se sirve en porciones cuadradas o rectangulares, lo que la hace ideal para llevar y disfrutar en cualquier momento del día. Su masa es esponjosa por dentro y crujiente por fuera, resultado de una fermentación prolongada que potencia su textura y sabor.
Este estilo ha encontrado un lugar especial en muchas ciudades, donde cada vez más locales apuestan por este formato. En España, la demanda de opciones rápidas y de calidad ha llevado a que negocios como una pizzería a domicilio en Valencia ofrezcan este tipo a quienes buscan una alternativa deliciosa sin necesidad de salir de casa. La facilidad de transporte y la posibilidad de disfrutar distintos sabores en una sola orden la han convertido en una elección ideal para reuniones, eventos o simplemente para una comida rápida con un toque gourmet. Su éxito radica en la combinación de ingredientes frescos, la creatividad en los sabores y una masa de excelente calidad.
Uno de los aspectos más atractivos es su amplia variedad de sabores. Desde las clásicas opciones como la Margherita, con tomate, mozzarella y albahaca, hasta combinaciones más innovadoras que incluyen embutidos, verduras asadas, quesos curados o incluso ingredientes dulces. En Roma, es común encontrar versiones con mortadela y pistachos, patatas con romero o higos con queso de cabra, una muestra de cómo esta comida permite una experimentación infinita. Además, su masa ligera y aireada la hace más fácil de digerir en comparación con otras versiones más densas.
Otra ventaja es su proceso de elaboración. La fermentación de la masa puede durar entre 24 y 72 horas, lo que permite desarrollar una textura aireada con una base crujiente. Se cocina en hornos de piedra o eléctricos a temperaturas controladas, lo que garantiza una cocción uniforme y un dorado perfecto. Además, la posibilidad de mantener las bandejas calientes sin perder calidad hace que sea una opción práctica tanto para venta directa como para el servicio a domicilio.
En los últimos años, ha ganado popularidad gracias a su formato flexible y a la calidad de sus ingredientes. Cada vez más locales especializados han surgido en ciudades europeas, ofreciendo recetas que combinan tradición e innovación. En muchos de estos establecimientos, se apuesta por ingredientes de temporada, harinas de alta calidad y fermentaciones largas que respetan los tiempos naturales del pan. Esto no solo mejora el sabor, sino que también hace que sea más saludable y fácil de digerir.
El crecimiento de este estilo demuestra que la gastronomía italiana sigue evolucionando y adaptándose a nuevas formas de consumo. La pizza al taglio no solo es una opción deliciosa y versátil, sino que también refleja la importancia de la calidad en cada detalle, desde la selección de los ingredientes hasta la manera en que se sirve. “Su éxito radica en su capacidad para ofrecer una experiencia auténtica sin complicaciones, permitiendo que cualquier persona pueda disfrutar de un pedazo de Italia en cada bocado”, comentan en Pizzería Dieciochogrados.