Gripe y catarros: las consecuencias de los primeros fríos

La llegada del frío ha hecho que las consultas de atención primaria se colapsen con la gripe y constipados.

Fiebre, dolor de garganta, congestión nasal, tos, estornudos…estos son solo algunos de los síntomas que muestran que el cuerpo, ante la primera oleada del frío que ha llegado, ha sucumbido a la primera convalecencia.

Y para ello, nada como buscar ciertos consejos que, aunque uno se encuentre mal, siempre vienen bien para mejorar considerablemente el paso de la gripe.

5 consejos para sobrellevar la gripe o los catarros

  1. Tira de remedios de la abuela: el eucalipto es un gran aliado en las casas del norte. Cocer sus hojas y hacer vahos ayuda a la congestión nasal y también a mejorar la tos. Sin duda, nada más sencillo y natural que esto, que además aromatiza la casa, para sentirse mejor. Calentar el agua y dejar que el ambiente se llene de su aroma te ayudará a descansar mejor y a mantener hidratado el ambiente. Ten en cuenta que las calefacciones resecan mucho las viviendas.
  2. Hidratación: si es importante mantenerse hidratado cada día, durante la convalecencia de una gripe o de un catarro más aún. No solo ayudarás al cuerpo a eliminar toxinas sino que, muchas veces, la fiebre viene acompañada de sudores y eso no deja de pasar factura al cuerpo y a la epidermis. Bebe agua y, si puede ser agua alcalina, mejor. Este tipo de agua, según se ha demostrado, ayuda a las células a tener buena salud y éstas, a los órganos. Así que no lo pienses y tómala ya como referente.
  3. Al igual que el agua, toma caldos y sopas. Todo lo que pueda ayudarte a hidratarte te hará sentir mejor y nada como una caldo casero para entrar en calor cuando más destemplado se esté. Además, ayuda a tomar algo de fuerza y es sencillo de ingerir. Hay que tener en cuenta que cuando uno se encuentra mal, una de las primeras necesidades que pasan a ser secundarias es darse un gran banquete.
  4. Mantas: es verdad que si la fiebre sube, no es un buen aliado, pero nada como tumbarse con una manta y dejarse llevar para encontrarse, al menos, cómodo. Siguiendo los consejos que siempre dan en las consultas, no se trata de abrigarse si la temperatura corporal es alta, pero si no tienes fiebre y sí malestar, una buena manta es vital.
  5. Descanso: cuando el cuerpo no se encuentra bien necesita reposo para mejorar. Relájate, duerme, descansa, medita…lo que haga falta. Eso sí, sin esfuerzos ni prisas. Estos días son necesarios si no quieres recaer.
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A todo esto hay que sumarle el sentido común. Muchas veces se busca una recuperación express y no se terminan los tratamientos prescritos por los facultativos. Hay que olvidarse de la automedicación y optar por seguir a rajatabla los consejos médicos si no se quiere el efecto rebote. La salud es lo primero.